La actividad que realizamos en clase creando figuras a partir de una masa elaborada por nosotras, me recordó a tiempo pasados de mi niñez donde jugaba a experimentar y crear con la plastilina o con la arcilla en mi torno alfarero.
Siempre me ha llamado la atención poder crear figuras, objetos, etc. con mis propias manos a partir del barro.
Esa sensación de manipular y crear con las manos para mi es algo mágico. No importa que el objeto no quede perfecto, lo importante es el proceso de creación y el empeño que pones en realizarlo. Este verano estuve en Lanzarote con mi familia y visitamos un mercadillo artesanal, en el que artesanos de la zona enseñaban en pequeños talleres a elaborar sus creaciones (telares, cerámica, forja, tinte, etc.).
En concreto había un artesano que elaboraba y vendía cerámica de los Guanches (antiguos pobladores de la isla de Lanzarote) en su taller. Como no podía ser de otra manera, la arcilla llamó mi atención y arrastre a mi hermano al taller y empezamos a elaborar nuestra propias vasijas Guanches con las indicaciones del artesano. Fue una experiencia muy entretenida y aprendimos muchas cosas sobre la cultura Guanche y sus cerámicas.
En concreto había un artesano que elaboraba y vendía cerámica de los Guanches (antiguos pobladores de la isla de Lanzarote) en su taller. Como no podía ser de otra manera, la arcilla llamó mi atención y arrastre a mi hermano al taller y empezamos a elaborar nuestra propias vasijas Guanches con las indicaciones del artesano. Fue una experiencia muy entretenida y aprendimos muchas cosas sobre la cultura Guanche y sus cerámicas.
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